¿Quién no desea desea tener una piel bella? Este es un tema que a muchas personas nos preocupa, sea cual sea la edad que tengamos. No sólo por la parte estética, sino que también, la piel refleja el estado de salud de nuestro cuerpo. Si nuestra piel está sana, podrá cumplir adecuadamente sus funciones como órgano barrera de protección, como defensa inmunológica, productor de melanina y regulador de la temperatura entre otras cosas.
Surge entonces otra pregunta...¿Qué características debe de tener una piel para considerar que está en buen estado?
Una Piel Sana es el resultado de factores biológicos de la salud, factores emocionales o psicológicos y sociales, así como factores ambientales. Si pasamos por momentos de gran estrés en nuestras vidas, o existen factores que alteran nuestro equilibrio emocional, la piel inmediatamente lo reflejará, puesto que nuestro organismo internamente también se verá afectado. Cuando estamos bajo estrés, es altamente probable que tu ciclo del sueño se altere, por lo que tu piel lucirá cansada. Si llevamos una vida laboral extenuante, o socialmente tendemos a desvelarnos, nuestra piel comenzará a lucir avejentada y deshidratada. De igual manera, es importante el uso de productos adecuados para cada tipo de piel.
Considerando que la piel es el órgano más grande que poseemos, debe reunir ciertas características principales que la cataloguen como una piel sana. Entre ellas se encuentra:
Suavidad. Su superficie debe de ser suave y lisa. Para contar con una piel suave es imprescindible hidratar y exfoliar.
Color: La piel sana también tiene un color relativamente uniforme. Los melanocitos que le dan a la piel su pigmento cambian con el tiempo, creando manchas más oscuras o claras. Se puede restaurar un color uniforme con tratamientos tales exfoliantes, microdermoabrasión, peelings ligeros.
Firmeza: La firmeza de la piel se debe principalmente a dos proteínas: el colágeno y la elastina. El colágeno es la proteína estructural más importante de la dermis. A medida que envejecemos, la producción de colágeno disminuye y las células de la dermis van perdiendo fortaleza y flexibilidad.
Hidratación: La piel sana no es seca o escamosa. Mantener la piel hidratada se logra mediante el uso de cremas hidratantes y aceites naturales, pero también bebiendo mucha agua. Una piel deshidratada se verá tensa y agrietada.
¿Cómo podemos conseguir una piel sana?
Llevando un estilo de vida saludables que incluya una alimentación balanceada y la ingesta suficiente de agua
Realizar ejercicios de manera periódica
Control de estrés. Un ejercicio muy recomendado para personas con alto estrés es yoga. Practicar meditación te ayudará también
Uso de productos que contrarresten las agresiones ambientales, tales como: protectores o pantallas solares, jabones hipoalergénicos, cremas hidratantes, aceites corporales.
Finalmente y no menos importante, te recomendamos el uso de productos amigables con tu piel; productos que sean libres de parabenos, veganos, cruelty free, libres de sosa cáustica. Aquellos productos con ingredientes naturales, beneficiarán grandemente a tu piel.